EUROPA
PRESS
28 marzo
2021
¿Tienes
que memorizar algo? Escríbelo a mano en papel, no en un ordenador
Un estudio realizado con estudiantes
universitarios japoneses y recién licenciados ha revelado que escribir en papel
puede dar lugar a una mayor actividad cerebral a la hora de recordar la
información una hora después. Los investigadores afirman que la información
única, compleja, espacial y táctil asociada a la escritura a mano en papel
físico es probablemente lo que lleva a mejorar la memoria.
"En realidad, el papel es más avanzado y útil que los
documentos electrónicos porque contiene más información única para recordar
mejor", explica el profesor, Kuniyoshi L. Sakai, neurocientífico de la Universidad de Tokio (Japón) y
autor correspondiente de la investigación, publicada en la revista científica 'Frontiers in Behavioral Neuroscience'.
En contra de la creencia popular de que las herramientas
digitales aumentan la eficiencia, los voluntarios que utilizaron papel
completaron la tarea de tomar notas alrededor de un 25 por ciento más rápido
que los que utilizaron tablets o 'smartphones'.
Aunque los voluntarios escribieron a mano tanto con
bolígrafo y papel como con lápiz óptico y tablet, los
investigadores afirman que los cuadernos de papel contienen información
espacial más compleja que el papel digital. El papel físico permite una permanencia tangible, trazos irregulares y una forma
irregular, como las esquinas dobladas. En cambio, el papel digital es uniforme,
no tiene una posición fija al desplazarse y desaparece al cerrar la aplicación.
"Nuestro mensaje es utilizar los cuadernos de papel para la información
que necesitamos aprender o memorizar", apunta Sakai.
En el estudio, un total de 48 voluntarios leyeron una
conversación ficticia entre personajes que hablaban de sus planes para dos
meses en un futuro próximo, incluyendo 14 horarios de clase diferentes, fechas
de entrega de tareas y citas personales. Los investigadores realizaron análisis
previos para asegurarse de que los voluntarios, todos ellos de entre 18 y 29
años y reclutados en campus universitarios, se clasificaran por igual en tres
grupos en función de su capacidad de memoria, su preferencia personal por los
métodos digitales o analógicos, su sexo, su edad y otros aspectos.
Los voluntarios registraron la agenda ficticia utilizando
una agenda de papel y un bolígrafo, una aplicación de calendario en una tablet y un lápiz óptico, o una aplicación de calendario en
un smartphone de gran tamaño y un teclado de pantalla táctil. No había límite
de tiempo y se pidió a los voluntarios que registraran los eventos ficticios de
la misma manera que lo harían con sus horarios de la vida real, sin dedicar
tiempo extra a memorizar el horario.
Después de una hora, que incluía un descanso y una tarea de
interferencia para distraerlos de pensar en el calendario, los voluntarios
respondieron a una serie de preguntas sencillas (¿Cuándo hay que entregar la
tarea?) y complejas (¿Cuál es la fecha de entrega más temprana de las tareas?)
de opción múltiple para poner a prueba su memoria del calendario. Mientras
realizaban la prueba, los voluntarios se encontraban dentro de un escáner de
resonancia magnética (IRM), que mide el flujo sanguíneo alrededor del cerebro.
Se trata de una técnica denominada RMN funcional (fMRI),
y el aumento del flujo sanguíneo observado en una región específica del cerebro
es un signo de mayor actividad neuronal en esa zona.
Los participantes que utilizaron una agenda de papel
rellenaron el calendario en unos 11 minutos. Los usuarios de tabletas tardaron
14 minutos y los de teléfonos inteligentes, unos 16 minutos. Los voluntarios
que utilizaban métodos analógicos en su vida personal eran igual de lentos en
el uso de los dispositivos que los voluntarios que utilizan habitualmente
herramientas digitales, por lo que los investigadores confían en que la
diferencia de velocidad estaba relacionada con la memorización o la
codificación asociada en el cerebro, y no sólo con las diferencias en el uso
habitual de las herramientas.
Los voluntarios que utilizaron métodos analógicos obtuvieron
mejores resultados que los demás voluntarios sólo en las preguntas sencillas
del test. Sin embargo, los investigadores afirman que los datos de activación
cerebral revelaron diferencias significativas.
Los voluntarios que utilizaban papel tenían más actividad
cerebral en áreas asociadas al lenguaje, la visualización imaginaria y en el
hipocampo, una zona conocida por su importancia para la memoria y la
navegación. Los investigadores afirman que la activación del hipocampo indica
que los métodos analógicos contienen detalles espaciales más ricos que pueden
ser recordados y navegados en el ojo de la mente.
"Las herramientas digitales tienen un desplazamiento
uniforme hacia arriba y hacia abajo y una disposición estandarizada del texto y
el tamaño de las imágenes, como en una página web. Pero si recuerdas un libro
de texto físico impreso en papel, puedes cerrar los ojos y visualizar la foto a
un tercio de la página de la izquierda, así como las notas que has añadido en
el margen inferior", explica Sakai.
Los investigadores afirman que la personalización de los
documentos digitales mediante el resaltado, el subrayado, el trazado de
círculos, el dibujo de flechas, la escritura a mano de notas con códigos de
colores en los márgenes, la adición de notas adhesivas virtuales u otros tipos
de marcas únicas puede imitar el enriquecimiento espacial de estilo analógico
que puede mejorar la memoria.
Aunque no disponen de datos de voluntarios más jóvenes, los
investigadores sospechan que la diferencia de activación cerebral entre los
métodos analógicos y los digitales es probablemente más fuerte en los más
jóvenes. "Los cerebros de los estudiantes de secundaria todavía se están
desarrollando y son mucho más sensibles que los de los adultos", afirma Sakai.